LA HISTORIA DEL PATIO 29 DEL CEMENTERIO GENERAL
El Patio 29 se empezó a utilizar en el año 1953 como fosa común para sepultar a personas indigentes, pacientes psiquiátricos y quienes sucumbían en la calle sin ser identificadas por sus deudos (NN). Sin embargo, desde septiembre de 1973, sus más de 2.000 tumbas fueron usadas para ocultar a víctimas de la Dictadura Militar.
Por ese entonces, la morgue comenzó a llenarse de cadáveres sin nombre, muchos de los cuales aparecían abandonados en el río Mapocho. Otros en las calles de Santiago . La autoridades aceleraron las inhumaciones no quisieron informar a los parientes de las víctimas. Por esta razón, en un principio, en las cruces solo se leía la fecha del entierro y la sigla N.N (sin nombre, non nomini en latín).
De acuerdo a los registros del SML, entre el 11 de septiembre y el 31 de diciembre de 1973 salieron rumbo al Cementerio General más de 1.130 fallecidos; de ellos, alrededor de 690 habían muerto por herida de bala. Sin embargo, muchos de ellos no aparecen llegando al cementerio, y no está claro qué sucedió con ellos:
¿Fueron cremados en total sigilo, como se ha rumoreado por años? ¿Fueron trasladados a otro lugar y hechos desaparecer? ¿Fueron enterrados como NN en el Patio 29 o en otro lugar del cementerio sin que quedara registro ? ¿O fueron enterrados en nichos o tumbas y nadie en el cementerio se tomó la molestia de anotarlo?
Los primeros cuerpos empezaron a llegar desde la Morgue del Servicio Médico Legal (SML ) el día 14 de Septiembre de 1973 cuando comenzaron a llegar los primeros muertos por herida de bala al cementerio, fueron sepultadas 71 personas, entre ellas las primeras ocho víctimas de violaciones a los derechos humanos: una era la adolescente de 16 años, Tabitha García Gutiérrez. Los ocho fueron enterrados en nichos comprados por sus familias o en sepulturas familiares, según consta en el Libro de Ubicaciones del Cementerio General.
En los días siguientes, el número de víctimas por herida de bala que llegó al cementerio se duplicó. Ese 15 de septiembre, las víctimas fueron sepultadas en el Patio 29, un patio común transitorio que se había comenzado a usar ese mismo año para inhumar a personas no reclamadas por sus familiares, fallecidos no identificados e indigentes. Gran parte de los muertos por herida de bala que fueron registrados oficialmente en el Libro de Ubicaciones terminaron en el Patio 29, aunque ya venían identificados desde la morgue.
Los cadáveres debían llegar con un pase de sepultación emitido por la oficina del Servicio de Registro Civil al interior de la morgue. Esa autorización incluía la causa de muerte y se basaba en el protocolo de autopsia. Con el número de inscripción de la defunción, los fallecidos eran anotados en el Libro de Ubicaciones, que entre otras cosas, indicaba la fecha y lugar sepultación . Sin embargo, los libros del Cementerio General de esa época no reflejan el número verdadero de fallecidos que llegaron, ni la fecha precisa de su entierro y el real destino final que tuvieron muchos de ellos.
Según los libros de registro de la morgue de Santiago salieron hacia el cementerio 223 cuerpos en septiembre, 315 en octubre, 104 en noviembre y 44 en diciembre. De 1973 Sin embargo, aunque el Libro de Ubicaciones del Cementerio General registra el ingreso de un número creciente de víctimas de la represión a lo largo de septiembre y octubre de 1973, y muchos menos en noviembre y diciembre, no refleja el número de cadáveres supuestamente salidos de la morgue rumbo al cementerio.
A modo de ejemplo, entre el 15 y 19 de septiembre quedó registrado el traslado desde la morgue al cementerio de 73 muertos por herida de bala.
No obstante, el Cementerio General registra el ingreso de sólo 61 en Este libro registra el lugar de sepultura de los fallecidos por día y en orden alfabético, basándose en los pases de sepultación. En algunas de sus páginas, tras la lista alfabética de las personas y sus lugares de entierro, se anotaron más nombres, sin ninguna orden, lo cual implica que los pases de sepultación llegaron después del entierro. ese mismo periodo.
El 22 de octubre, ingresaron otros 10 “Desconocidos” o “NN” con causa de muerte herida de bala, que también fueron enterrados en el Patio 29. Uno de ellos se anotó como “Osamentas”.(Fuente http://archivoschile.org
“Incinerados como indigentes”
Nunca se pudo confirmar si algunos de los cuerpos que aparecen saliendo de la morgue pero que no están en los registros del cementerio terminaron cremados sin la autorización ni el conocimiento de las familias. A la fecha los trabajadores del cementerio tiene miedo o un “Pacto de Silencio “ ya que hasta el día de hoy no quieren o no pueden hablar de los que saben .Sin embargo, tanto el SML como el Cementerio General documentaron la supuesta cremación de personas que nunca lo fueron.
De acuerdo con el registro del SML, más de 40 cuerpos –casi todos muertos por herida de bala- fueron enviados al crematorio del Cementerio General; salvo en dos casos, fueron trasladados directamente por el servicio y no por sus familiares.
En una docena de otros casos, el Cementerio General registró la incineración de personas que ni siquiera corresponden a las mismas que el SML anotó como enviadas al crematorio. Uno de ellos es Luis Curivil Pranamil, muerto el 13 de septiembre y enviado al cementerio el 3 de octubre. Los archivos del cementerio indican que fue “incinerado como indigente” 15 días después. (Ver: El extraño caso de los dos Luis Curivil)
Según lo que pude entrevistar a gente que trabajo el 13,14 y 15 de septiembre de 1973. comentaron que los cuerpos la mayoría estaban amontonados, al lado de la escalera algunos cadáveres en hilera, otros amontonados encima de otros. “Fue impactante me obligaron a trabajar los militares me fueron a buscar al hospital y estuve los 3 días y noches en la morgue trabajando” . Muchos cuerpos estaban cortados por el fuego de metralleta, con las cabezas rotas. Me toco meter en los cajones hasta tres cuerpos no se podio tapar porque no cabían los cuerpos. Se veía unos agujeros grandes en la espalda por los balazos. Vi a una mujer embarazada. Vi a una madre con una niñita de unos 8 años casi partida por la mitad . La mayoría venía desnuda.. Quedábamos enfermos. Esas imágenes se nos quedaron en la retina.Aun puedo olvidar a pesar de los años ya pasado .Me comenta el entrevistado
Patio 29
Durante 1973, 1.479 personas fueron enterradas en el Patio 29, que contaba con 1.421 sepulturas. A partir del golpe militar, según los registros oficiales de entierros en el Patio 29 .58 personas fueron sepultadas de a dos en una sola sepultura. La mayoría se concentró en las sepulturas 2687 a la 2727
Cuando por orden judicial se exhumaron los cuerpos no identificados (NN) desde 107 sepulturas del Patio 29 en septiembre de 1991, se encontraron 124 cadáveres, como consta en un oficio del Departamento de Operaciones del Cementerio General.
Pero el dolor de los familiares no termina acá de los 124 cadáveres encontrados y identificados los errores en las identificaciones de los cuerpos del Patio 29 fueron tan macabros, que conmovieron al país entero cuando el 2006 se confirmaron las denuncias que había hecho la abogada Pamela Pereira sobre los errores en las identificaciones. De las 96 osamentas reconocidas hasta entonces por el SML (de un total de 124, donde figuraban 30 como NN) 48 familias supieron recién ese año que habían sepultado a la persona equivocada.
Hoy solo han sido identificado 66 restos óseos de esta macabra historia 48 aun están como NN esa es la deuda histórica del PATIO 29
1.- Pablo Ramón Aranda Schmied
2.- Luis Herminio Dávila García
3.- Juan Carlos Díaz Fierro
4.- Sergio Fernando Fernández Pavez
5.- Carlos Fonseca Faundez
6.- Raúl René Fuentes Vera
7.- Raúl Luis Jiménez Barrera
8.- Ricardo Octavio López Elgueda
9.- Jaime Pablo Millanao Canihuan
10.- Carlos Enrique Miranda González
11.- Waldemar Segundo Monsalve Toledo
12.- Nelson Omar Muñoz Torres
13.- Jorge Manuel Pavez Henríquez
14.- Adrián del Carmen Sepúlveda Farías
15.- Eduardo Emilio Toro Vélez
16.- Héctor Orlando Vicencio González
17.- Benjamín Jaime Videla Ovalle
18.- Francisco Arnaldo Zúñiga Aguilera
19.- Carlos Ramón Reyes Ávila
20.- Juan José Valdevenito Miranda
21.- Simón Eladio Sánchez Pérez
22.- Carlos Ruz Zúñiga
23.- Abraham José Romero Jeldres
24.- Donato Quispe Choque
25.- Luis Francisco Pascual Núñez Alvarez
26.- Edmundo Enrique Montero Salazar
27.- Luis Alfredo Gamboa Pizarro
28.- José Rafael Muñoz Contreras
29.- Raúl Antonio Muñoz Muñoz
30.- Oscar Osvaldo Marambio Araya
31.- Mario Eduardo Casanova Pino
32.- Jorge Hernán Espinoza Farías
33.- Hernán Peña Catalán
34.- José Alfredo Vidal Molina
35.- José Miguel Valle Pérez
36.- Luis Armando Vergara González
37.- Orlando Miguel Ponce Quezada
38.- Enrique Renato Guerrero Muñoz
39.- Gregorio Mímica Argote
40.- Juan Segundo Utreras Beltrán
41.- Enrique Armando Carvallo Lira
42.- Carlos Alfonso Cruz Zavala
43.- Miguel Ángel Núñez Valenzuela
44.- Daniel Eliseo Rodríguez Lazo
45.- José Luis Astudillo Celedón
46.- Juan Pedro Garcés Portigliati
47.- Iván Octavio Miranda Sepúlveda
48.- Ramón Bernardo Beltrán Sandoval
49.- Jorge Osvaldo Orrego González
50.- Ernesto Traubmann Riegelhaupt
51.- Jorge Reinaldo Torres Aranguiz
52.- José Andrés García Lazo
53.- José Enrique del Canto Rodríguez
54.- Luis Alberto Gutiérrez Merino
55.- William Osvaldo Ramírez Barría
56.- Jorge Orlando Riquelme Guzmán
57.- Miguel Ángel Tapia Rojas
58.- José Adrián Ramírez Díaz
59.- Jorge Rodrigo Muñoz Mella
60.- Enrique Alfonso Toledo Garay
61.- Carlos Antonio Guzmán Altamirano
62.- Jorge Roberto Sáez Vicencio
63.- Luis Alejandro Largo Vera
64.- Carlos Alberto Morgado Oyarce
65.- Florentino Rodriguez Aqueveque
66.- Pedro Nolasco Morales Ruíz
El 10 de Julio del 2006 Fue declarado monumento histórico de nuestro país
Fuentes:
Ley de transparencia
Servicio Medico Legal ,
Archivos Chile
testigos y testimonio de la época
Ley de transparencia
Servicio Medico Legal ,
Archivos Chile
testigos y testimonio de la época
En realidad, el auténtico significado de la sigla N.N. No es "Non Nomini". En verdad N.N. proviene de Nomen Nescio, que significa literalmente "Desconozco el Nombre" en latín. Para que se someta a las correcciones necesarias con la fe de erratas correspondiente.
ResponderEliminar