Srs. Autoridades

Srs. Autoridades

De mi humilde consideración,
me dirijo a vuestras autoridades
con la intención de aclarar
las verdaderas intenciones
de mi erróneo y deplorable comportamiento a los cuales confieso haber utilizado
como medio para hablar con sentido
y dar a conocer a través la realidad del mundo humano, y mediático de nuestro país,
creyendo, de manera equivocada,
que me mandaba sola y
que podía expresarme
tan campante y libremente,
como si mi país,
estuviera en democracia. Experimentando de esta manera,
que por tener la osadía
de defender mis derechos, Al mismo tiempo me excuso por haber caído en la desubicación de haber mencionado
como daño colateral, el familiar, económico, psicológico y de estabilidad emocional
que vuestro justo y merecido castigo, me ha causado. Aunque tuve el tino de no incluir el enorme daño “¡moral!”
Pero dejemos la semántica de lado,
y consideremos a esa incómoda palabra, anticuada para un país moderno
y tan pujante como el nuestro,
ya que es más bien propia de los valores
de un tercer mundo ya lejano y subdesarrollado.
!!A LA MIERDA TODOS ¡¡